Sony acaba de anunciar que todos los modelos de sus consolas PlayStation 5 subirán 50 dólares de precio en Estados Unidos. El argumento que Sony ha utilizado en su comunicado para explicar la decisión es que hay un «entorno económico difícil». O lo que es lo mismo: culpan a los aranceles. Pero es que esa es ya una tendencia generalizada… y muy poco razonable.
La PS5 sube de precio en todo el mundo. Es lo mismo que pasó en abril en Europa, Medio Oriente, África, Australia y Nueva Zelanda, cuando esta compañía anunció también que los precios subían para algunos modelos. En Europa, por ejemplo, la PS5 Edición Digital pasaba a costar 499,99 euros. En EEUU esas subidas afectan a todos los modelos, y los nuevos precios se activarán a partir de hoy jueves en ese país, quedando así:
PlayStation 5: 549,99 dólares (antes 499,99 dólares)
PlayStation 5 Digital Edition: 499,99 dólares (antes 449,99 dólares)
PlayStation 5 Pro: 749,99 dólares (antes 699,99 dólares)
Los precios para los accesorios, eso sí, se mantienen sin cambios.
Microsoft ya hizo lo mismo. Este movimiento es el mismo que también realizó Microsoft con sus consolas Xbox Series S/X , que subían también de precio en 50 euros en Europa y EEUU. Incluso los mandos y algunos accesorios veían incrementado sus precios.
Y cómo no, Nintendo. La empresa nipona tardó mucho tiempo en acabar bajando el precio de la Nintendo Switch original, pero la Switch 2 le ha dado la excusa para subir el precio aún más incluso en los juegos. No solo eso: la situación económica ha provocado según Nintendo que suban los precios de la Nintendo Switch original, la edición Lite y los accesorios.
Esos datos no se han cumplido para los últimos modelos de Sony y Microsoft. De hecho, la cosa va totalmente al revés.
Malditos aranceles. La mayoría de las consolas de videojuegos se fabrican en China, y los aranceles han afectado especialmente al gigante asiático. Eso desde luego hace que a los fabricantes les salga más caro fabricarlas y exportarlas para poder venderlas en EEUU o Europa. Y si quieren mantener sus márgenes de beneficio, acaban haciendo algo lógico para ellas y terrible para los consumidores, porque somos los que acabamos pagando el pato.
Pero algunos costes de fabricación han bajado. Lo alucinante de la situación es que tanto las PS5 como las Xbox Series S/X son ahora más baratas de fabricar (no digamos la Switch original). Tras cinco años en el mercado (nueve en el caso de la consola de Nintendo), los componentes de esas consolas han bajado de precio: su coste entonces era muy elevado, pero tras todo este tiempo esos componentes han acabado volviéndose casi obsoletos en comparación con los nuevos chips que han ido apareciendo en todo este tiempo. Así pues, ¿qué está pasando?
No todo ha bajado. De hecho estas consolas se basan en chips de memoria GDDR6 y en chips NAND para sus unidades de estado sólido, y ahí los precios subieron con fuerza en 2025 y 2025 por la relativa escasez de este tipo de chips y el foco que los fabricantes están poniendo en memorias HBM para aceleradoras de IA como las de NVIDIA. A eso se suman otros costes no directamente relacionado con la factura de materiales (BOM), como la logística, la energía de fabricación, o el marketing.
El dólar pierde fuelle. Pero es que además el billete verde ha perdido valor frente al euro y otras divisas. Tras 80 años siendo el pilar de la economía mundial, los aranceles de EEUU están empezando a destruirlo y eso también se traduce en las subidas de precios de todo. Incluidas las consolas.
Se venden menos «cajas». Los fabricantes de consolas solían perder dinero con sus modelos en los periodos iniciales. La idea siempre fue la de lograr recuperar esas pérdidas de sobra con la venta de juegos físicos, pero el auge de la venta de ediciones digitales, los juegos free-to-play y las suscripciones han hecho que el reparto de valor cambie. Para Sony o Microsoft la solución es simple: si ya no recuperamos tanto valor con los juegos, subimos el precio del hardware.
Pero todo eso ya pasaba antes. Lo cierto es que la situación es en muchos casos análoga a la que se vivió con la PS4 y las Xbox One por ejemplo. Esas consolas acabaron bajando de precio de forma notable con el paso de los años, pero aquí se ha creado una tormenta perfecta. Una en la que la inflación, la debilidad del dólar, los aranceles y los nuevos modelos de acceso a videojuegos han provocado el peor resultado para los usuarios: consolas más caras.
En Xataka | 60 euros por una cámara, 90 por un juego. Lo peor (y mejor) de los precios de Nintendo para Switch 2
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La noticia
Creíamos que a estas alturas las PS5 y Xbox serían más baratas que nunca. Lo alucinante es que está pasando justo lo contrario
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Javier Pastor
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